El origen de la ciudad de Cajamarca se inicia aproximadamente hace 3 mil
años atrás con los primeros grupos humanos Huacaloma, Layzón, Cumbe
Mayo y Otuzco.
Alcanzó su mayor desarrollo entre los años 500 y mil
de nuestra era como centro poblado de la cultura Casamarca.
En e l año de 1450, durante el gobierno del Inca
Pachacutec, su hermano Capac Yupanqui conquista la región anexándola al
Tahuantisuyo.
En 1532 la ciudad de Cajamarca fue escenario de uno de los acontecimientos más trascendentes de la Historia Universal.
La captura del Inca Atahualpa por un grupo de
españoles al mando de Francisco Pizarro produciéndose el encuentro de
dos mundos, el origen del mestizaje y una nueva época en la historia del
Perú.
En el lugar donde hoy se levanta la
plaza de armas de Cajamarca, en el año de 1532 el marqués Francisco
Pizarro capturó al Inca Atahualpa, que había rehusado someterse a la
Corona española y a la fe cristiana.
A cambio de su liberación, el Inca
ofreció llenar un recinto con oro, y dos veces con plata. Se dice que el
volumen del rescate fue tal, que la fundición de los metales duró más
de treinta días. A pesar de ello, nueve meses después de su captura los
conquistadores condenaron al Inca a la pena del garrote.
A partir de entonces, los españoles se
asentaron en la ciudad y adaptaron su trazado incaico al diseño en
cuadrícula o en [damero]. De la ciudad incaica de Cajamarca quedan pocos
vestigios.